viernes, 31 de octubre de 2008

Andrés Bello


Nació en Caracas, el 29 de noviembre de 1781 y falleció en Santiago de Chile, el 15 de octubre de 1865.

Humanista, poeta, legislador, filósofo, educador, crítico y filólogo; en suma, autor de una obra poligráfica, que constituye la base más sólida de la civilización hispanoamericana. Vivió en Venezuela las 3 últimas décadas de la dominación española y en otros lugares algo más de la mitad del primer siglo de vida independiente de las repúblicas americanas hispanohablantes. De este segundo período, los 20 primeros años corresponden al tiempo de lucha por la emancipación nacional, cuyo desarrollo, vicisitudes y triunfo, observó desde Londres. Los últimos 36 años de su vida, pasados en Chile, son los de consolidación de la existencia política y cultural de los nuevos estados. Tal fue el tiempo de Bello; Colonia (Caracas, 1781-1810); Guerra de Independencia (Londres, 1810-1829); gobierno y fijación de las nacionalidades hispanoamericanas (Chile, 1829-1865). Su pensamiento y su labor están determinadas por dichas circunstancias, a las cuales debemos siempre referir lo que produjo, para llegar a entender el alcance de su obra. Hijo primogénito de Bartolomé Bello y de Ana Antonia López. Andrés, vivió su infancia, mocedades y juventud hasta los 29 años en Caracas. Cursó las primeras letras en la «Academia» de Ramón Vanlosten. Desde niño tuvo pasión por la lectura, particularmente de los clásicos del Siglo de Oro español. Frecuenta el convento de las Mercedes, donde aprende latín con el padre Cristóbal de Quesada. A la muerte de éste (1796) traducía Bello el libro V de la Eneida. Estudia, desde 1797, en la Real y Pontificia Universidad de Caracas y se gradúa de bachiller en artes, el 14 de junio de 1800.

En enero conoce y acompaña a Alejandro de Humboldt en la ascensión a la cima del monte Ávila. Comienza la carrera de derecho y luego la de medicina. Durante sus estudios ha dado clases particulares, entre otros a Simón Bolívar; y ha comenzado a manifestarse como literato, principalmente en la tertulia de los Ustáriz. Los versos de Bello (traducciones del latín, del francés, adaptaciones de poemas clásicos, junto a poesías originales) le han ganado prestigio entre sus coetáneos, y además, un título específico: El Cisne del Anauco. Estudiaba por su propia iniciativa francés e inglés. En 1802 es nombrado oficial segundo de la secretaría de la capitanía general de Venezuela, en cuyo desempeño mereció honores, como el de comisario de guerra, otorgado en 1807, año en que es nombrado secretario civil (en lo político) de la Junta de la Vacuna. En 1810 es ascendido por la Junta de Caracas, a oficial primero de la Secretaría de Relaciones Exteriores. En julio de 1806 solicita Bello en arrendamiento perpetuo a su nombre y en el de su madre y hermanos unas tierras en las laderas de la fila de Mariches, al este de Caracas, para dedicarlas al cultivo del café; le fueron concedidas en el sitio denominado El Helechal, que recordará siempre con añoranza hasta el fin de sus días.

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